Para hombres
que vengan individualmente o en grupo
Pueden alojarse en el interior del recinto monástico, en la parte de hostal que consta de 36 habitaciones y un dormitorio con 14 camas. Hay sábanas y toallas disponibles. Las comidas se toman habitualmente con los monjes.
La parte esencial del retiro consiste en participar en la plegaria litúrgica de los monjes en la iglesia, varias veces al día. La misa conventual y los distintos oficios son cantados en latín y gregoriano. A la entrada de la iglesia se pueden encontrar libretos con el texto traducido.
El resto de su tiempo estaría consagrado a la lectura, la reflexión y el rezo personal. Es posible, si lo desean, combinar estas actividades con un poco de trabajo manual (jardinería, etc.) o con paseos por los alrededores. Los huéspedes que deseen recibir la ayuda espiritual de un monje o simplemente quieran confesarse deberán solicitarlo al padre encargado de los huéspedes.
Hay una sala de lectura con una biblioteca (libros y revistas) a la disposición de los huéspedes, así como un jardín. Por último, hay un oratorio en la hospedería con el Santo Sacramento, que siempre se mantiene abierto.
El silencio es una parte integral de un retiro monástico, pero los huéspedes pueden hablar entre ellos si lo desean. Se sirve café después de la comida y por lo general un monje se une a los huéspedes para conversar.
Estimamos que los gastos de una estancia de 24 horas (alojamiento y comida) son de 40€. Sin embargo, cada huésped contribuye según sus posibilidades. Algunos donan menos, otros más, para que todos los visitantes puedan pasar unos días en la casa de Dios que es este monasterio.
Los huéspedes eligen la duración de su retiro. Sin embargo, no puede sobrepasar los 8 días excepto casos extraordinarios.
