Vuestra vida parece muy monótona. ¿Nunca os aburrís?
Para nosotros, la rutina es un peligro real. Pero para aquéllos que tienen fe, la monotonía es sólo aparente. . Tenemos ocupaciones definidas para cada momento del día. Las fiestas litúrgicas son momentos intensos. Dios es todo lo contrario al aburrimiento: ¡es apasionante! Cuando más Lo conoces, más deseas adentrarte más en su Vida Trinitaria.